Y la consigna es muy fácil: reducir, reutilizar y reciclar. Las tres palabras parecen de un eslogan publicitario, pero, para evitar dudas, lo aclaramos:
Reducir
Los supermercados nos venden productos en envases de plástico o, en el mejor de los casos, de papel.
Se pueden comprar los mismos productos sin envase, es decir “a granel”.
Se pueden llevar los envases de casa y pedir que los rellenen. Los de tela, por ejemplo, o también se pueden comprar los “tamaño familiar”, en donde un mismo envase aloja el doble de producto. A mí me gusta esta opción, ya que voy al supermercado del barrio. Luego, guardo los envases para su eliminación en el contenedor correcto.
Reutilizar
Dar una nueva vida a las cosas. Una botella de plástico puede servir de contenedor de botones o servir de macetero.
Las cajas de cartón pueden organizar papeles. Nosotros usamos las cajas de zapatos para archivar los papeles de la tienda. Y los bidones de 5 litros cortados son excelentes maceteros y, al ser rectangulares, caben en el balcón.
Reciclar
Casi todo se puede reciclar en este momento.
Los papeles son el mejor ejemplo: el reciclaje de 1.000 kilos de papel equivale a 17 árboles nuevos (que evitamos cortar). En este caso, vamos bien. Todos hacemos uso del espacio en la calle para dejar las cajas de cartón de nuestras compras por internet, o del nuevo televisor. Un poco guarros, eso sí, algunos “cómodos” no las desarman para colocar dentro del contenedor, sino fuera, ocupando un espacio visual francamente decadente. Pero bueno, con un poco de paciencia y más civismo lograremos una ciudad más limpia y ordenada.
Las botellas de plástico son el otro ejemplo clarísimo: en España más del 50% de los envases se reciclan y, aunque esté lejos del ideal (el 99%), creo que vamos por buen camino. Las botellas se procesan para transformarse en materia prima de nuevas botellas. Y esto no es solo poético: de esta manera evitamos que este plástico llegue a los desagües y, finalmente, al mar.
Es triste ver en los documentales las islas artificiales de plástico. Pero no nos están mintiendo: hay varias islas que parecen arrecifes de coral, solo que estas formaciones de plástico son dañinas para los peces que quedan atrapados y mueren.
La mayor isla se encuentra en el océano pacifico: la Great Pacific Garbage Pack, a la altura de Hawai y California, y su tamaño es equivalente ¡a la totalidad de la Union Europea! (unos 4 millones de km2). ¡Y hay 7 de estas islas! Cada océano va acumulando la suya en el remanso de las corrientes marinas (es decir, donde no hay corrientes).
Les invito a ver un informe de estas islas de plástico aquí.